Nací en Tucumán, pero soy más porteña que el Río de la Plata.
De chica quería ser bailarina y me gustaba mucho la música. Como las zapatillas de punta me hacían doler, cuando crecí me dediqué a cantar, eso hice durante muchos años, pero siempre me gustó escribir. Un día, casi sin darme cuenta, me encontré haciendo libros para chicos, inventando historias junto a los ilustradores, un trabajo que me hace muy feliz.
Mateo y su gato rojo, ¡Qué payaso este elefante!, López, Fernandito, y Las ovejas de Lala, son algunos de mis libros publicados.
De chica quería ser bailarina y me gustaba mucho la música. Como las zapatillas de punta me hacían doler, cuando crecí me dediqué a cantar, eso hice durante muchos años, pero siempre me gustó escribir. Un día, casi sin darme cuenta, me encontré haciendo libros para chicos, inventando historias junto a los ilustradores, un trabajo que me hace muy feliz.
Mateo y su gato rojo, ¡Qué payaso este elefante!, López, Fernandito, y Las ovejas de Lala, son algunos de mis libros publicados.