Olga Drennen
(Argentina)
A Olga, siempre le gustó leer. Cuando era chica, la lectura fue su entretenimiento favorito. Le gustaba caminar entre los árboles que había en el gran patio de su colegio con un libro en las manos. Le encantaba leer sentada en el umbral de su casa mientras esperaba a su papá.
El gusto por la lectura no la dejó ni cuando empezó a escribir. Escribió muchos libros de poesía, de cuentos y novelas. Así, pasa su vida.
Ahora, tiene una nieta a la que le gusta leer los libros que Olga escribe y los que escriben otros escritores, también.
Una nieta que, como su abuela, juega con los libros. Así la vida de las dos se parece a un anillo que rueda mientras las dos juegan y leen; juegan y leen.
El gusto por la lectura no la dejó ni cuando empezó a escribir. Escribió muchos libros de poesía, de cuentos y novelas. Así, pasa su vida.
Ahora, tiene una nieta a la que le gusta leer los libros que Olga escribe y los que escriben otros escritores, también.
Una nieta que, como su abuela, juega con los libros. Así la vida de las dos se parece a un anillo que rueda mientras las dos juegan y leen; juegan y leen.
