Escritora. Cuando era chica vivía en Belgrano. Los gatos de ese barrio pasean de balcón en balcón, bambolean sus colas largas y dan saltos pequeños y elegantes.
Después, la vida y el amor, me llevaron a vivir en La Paternal, un barrio lleno de casas bajas y talleres mecánicos. Los gatos de La Paternal también bambolean sus colas y son elegantes, aunque sus saltos son más largos y sus colas más finitas.
En Belgrano nunca tuve gatos, pero siempre que veía uno cruzaba la calle para tirarle de la cola a ver qué pasaba. Ahora tenemos a Lily, a ella le encanta pasear por las terrazas. Cuando vuelve, a veces trae broches de la ropa que le roba a los vecinos y, otras, una historia.
@joganopolsky
Después, la vida y el amor, me llevaron a vivir en La Paternal, un barrio lleno de casas bajas y talleres mecánicos. Los gatos de La Paternal también bambolean sus colas y son elegantes, aunque sus saltos son más largos y sus colas más finitas.
En Belgrano nunca tuve gatos, pero siempre que veía uno cruzaba la calle para tirarle de la cola a ver qué pasaba. Ahora tenemos a Lily, a ella le encanta pasear por las terrazas. Cuando vuelve, a veces trae broches de la ropa que le roba a los vecinos y, otras, una historia.
@joganopolsky